Archivo municipal

El Archivo municipal nace parejo a la creación de la Institución tras el establecimiento del Estado liberal a principios del siglo XIX. Será en 1836 cuando queden establecidos definitivamente los ayuntamientos constitucionales que irán evolucionando a lo largo del siglo XIX y siglo XX y adquiriendo una mayor conciencia y dedicación en relación a su patrimonio documental. La nueva planta de los ayuntamientos aprobada en aquella fecha suponga la creación de tres ayuntamientos dentro de la territorialidad actual del Ayuntamiento de Vigo, a saber: Bouzas, Lavadores y Vigo. Por tanto, cada una de estas instituciones tendría su Archivo aunque lamentablemente no disponemos de informaciones referidas a los dos primeros.

En el caso del Ayuntamiento de Vigo la primera referencia que tenemos data de 1840, cuando la corporación acuerda realizar los pertinentes trabajos sobre la masa documental, que por aquel entonces estaba sin clasificar ni indizar. Para realizar esos trabajos sería escogido Francisco Ávila y la Cueva dando lugar al “Índice de todos los papeles que se cutodian en él archivo de la casas consistoriales de la muy fiel, leal y valerosa ciudad de Vigo” que cuenta con un total de setenta hojas.

La siguiente noticia será el grave incendio acontecido en la Casa Consistorial, situada en la Rúa Joaquín Yáñez, durante la madrugada del 29 al 30 de agosto de 1851 que provocará la destrucción de buena parte de la documentación perteneciente al Ayuntamiento. En la sesión extraordinaria del 30 de agosto se indica que, por mor del incendio en las dependencias municipales no se salvó “absolutamente nada de ellas, siéndolo tan suelo los (...) papeles de archivo que se arrojó por las ventanas a la calle recogiéndolos él Secretario de la Corporación y los Oficiales en la casa inmediata”. En esa sesión se acordó que el Secretario, auxiliado por los concejales Rendo, Coca y León “recoja los papeles salvador de él archivo (...) y se conduzcan a dicho edificio [Fonda del León de Oro]”.

Tras este acontecimiento la Corporación, en la figura de los alcaldes Ramón Lafuente y José Agrios, contratará a Francisco Blein para realizar el “arreglo de los papeles del archivo de esa corporación que se han salvado del incendio acaecido en la misma que se hallan sueltos y completamente revueltos”. No obstante, no se conserva ninguna documentación más allá de la solicitud de percepción de los correspondientes honorarios y el acuerdo del Pleno para la contratación del servicio.

Así y todo, sí que se conservan varios inventarios del Archivo datados entre 1864 y 1868 con la documentación producida por el ayuntamiento desde el incendio de la Casa Consistorial realizados por el secretario interino José Núñez Novoa y el secretario propietario Eduardo Avalle y Conde. También se conserva un Catálogo General del Archivo Municipal datado en junio de 1929 realizado por el archivero José G. Posada Curros.

Con la anexión de los ayuntamientos de Bouzas (1904) y Lavadores (1941) se supone que sus archivos respectivos pasaron a formar parte del Archivo municipal aunque no tenemos constancia de este traslado. No obstante, tras la segregación de las parroquias de Matamá y Coia del Ayuntamiento de Bouzas y su anexión al Ayuntamiento de Vigo, el consistorio boucense antepuso una resistencia pasiva que se tradujo en la demora del traslado de la documentación de estas dos parroquias a las oficinas municipales viguesas. De esta forma, a la altura de marzo de 1903 aún no se había transferido la mayor parte de su documentación (deslindes, padrones, montes en mancomunidad, quintas etc) al consistorio vigués. A pesar de esto, el Archivo municipal de Vigo conserva pequeñas muestras de la actividad de esos ayuntamientos con sendos fondos documentales de reducido tamaño.

Como se puede observar el Archivo municipal de Vigo ha pasado, desde su creación, por una serie de acontecimientos catastróficos como pueden ser incendios, inundaciones o constantes traslados dado que en su primera etapa histórica viajaba con la Casa del Ayuntamiento, que tuvo diferentes emplazamientos. Estos acontecimientos provocaron la destrucción, fragmentación y dispersión de los fondos documentales pertenecientes a la Institución.

En tiempos más recientes el Archivo pasa dividido, ya que numerosas secciones y negociados mantenían sus archivos particulares, a las dependencias que el Ayuntamiento poseía en el edificio de la antigua Cárcel del Partido. Otra parte del fondo, que podríamos denominar "histórica" sería depositada en el Pazo Museo Quiñones de León. Esta dispersión y la falta de un criterio unificado y un espacio idóneo provocó que el Archivo se fuera transformando en una especie de "almacén" en la que cada servicio o negociado conocía la organización y localización de sus documentos sin existir ningún tipo de actuación conjunta y organizada.

Posteriormente el ayuntamiento sería trasladado a la actual Casa Consistorial, inaugurada el 26 de julio 1976. A partir de ese momento el Archivo fue trasladado a su actual localización, en el segundo sótano de la Casa del Ayuntamiento, y comenzó un proceso de clasificación, ordenación e inventariación del que tenemos noticias a través de las memoria elaboradas por los diferentes funcionarios que ocuparon la dirección del Archivo. Así, en 1982-1983, Pedro López Gómez director en aquel momento del Archivo Histórico Provincial de Pontevedra dirigió un equipo que realizó diversos trabajos sobre la documentación. Ya en los años noventa ocuparía el puesto de Director Bernardo M. Vázquez Xil y a partir de 1993 hasta 2004 el encargado sería Álvaro Sineiro Reinaldo. Durante este período el Archivo sufrió diversas incidentes, como inundaciones, pero también fue ampliando sus dependencias, instalando estantes compactos y realizando procesos de inventariación e indización.

Actualmente, el Archivo se encuentra en un proceso de reorganización completa, con la reclasificación, reordenación y redescripción de los diferentes fondos para adaptarse a las normas archivísticas internacionales y a las nuevas tecnologías.