Aunque sea difícil imaginarlo por el relleno actual, aquí había una punta costera en la que, desde antiguo, los vigueses hacían frente a los ataques marítimos. Luego se levantará el mayor baluarte de la muralla.

Es posible que esta zona ya tuviese alguna defensa antes de edificar las murallas, pues cuando se avistaban naves enemigas los vecinos acudían aquí para rechazar los ataques. Al construirse la muralla se levanta un baluarte cuya planta se adapta a la forma de la punta costera.

Estaba expuesto a temporales, como el de diciembre de 1711 que casi lo derrumba y, siendo primera línea de defensa marítima, se dañaría y repararía en diversas ocasiones. Inicialmente albergaba sólo un cuerpo de guardia pero, con el tiempo, se añadirán otros edificios militares: tinglados, almacenes y calabozo, que se situaban detrás del área de maniobras. Se derriba en 1896 para realizar el dique de relleno que permitiría la construcción de la avenida.