Este edificio fue sede del Banco de Vigo, más tarde acogió las oficinas de la “Caixa de Aforros Municipal de Vigo” y finalmente las del Banco Pastor.

Es de estilo ecléctico, aunque perviven algunos elementos decorativos modernistas y una clara monumentalización debido al uso que se le va a dar al edificio.

Las fachadas son de cantería de granito. Uno de los elementos más destacados es el chaflán, coronado con una cúpula, en el que se sitúa el acceso principal al banco; tiene un amplio vano vertical, que culmina con un arco de medio punto. Encima de la falsa clave aparece la figura mitológica de un joven.

Las fachadas se ordenan verticalmente mediante un cuerpo base en la planta baja, pilastras en el tramo superior y un último piso que actúa como entablamento. A su vez, cada una de estas partes está enmarcada por una moldura horizontal.

En la planta baja se acentúa el clasicismo, debido a su función como sede de oficinas bancarias, con columnas clásicas pareadas.

En cuanto a la decoración, hay que destacar los pináculos de remate del chaflán y de la fachada principal de Policarpo Sánz; los recuadros marcados en la piedra con decoración vegetal; los discos planos con pequeña decoración floral; y la integración del hierro, como elemento decorativo, en los enrejados de los portales y ventanas de la planta baja, y en los petriles de los balcones.

Destacan también las figuras escultóricas, que representan figuras femeninas de culturas de los diversos continentes, situadas en la coronación del edificio. Reflejan que Vigo es una ciudad marítima abierta y en contacto con distintos pueblos y culturas del mundo a través de su puerto.